
Como algunos ya sabréis soy un gran fan de la cafetera de prensa Francesa o cafetera de embolo, que aparece por primera vez en 1806, pero el sistema no se patento hasta 1852 y desde entonces ha cambiado muy poco. Este sistema me gusta sobre todo por su sencillez a la hora de usarla y por su comodidad a la hora de limpiarla y mantenerla.
Sin embargo a pesar de ser una cafetera fácil de limpiar es bueno considerar ciertos aspectos que ayudaran a mantenerla en perfecto estado y a que cada taza de café sea perfecta.
¿Por qué es importante la limpieza de una prensa francesa?
Tener tu cafetera de embolo limpia implica algo más que simplemente vaciar los posos y darle un enjuague rápido. Con el uso, el café deja un residuo aceitoso que impregna la jarra de vidrio y tupe sistema de filtrado. Este residuo aceitoso no se puede quitar solamente con agua caliente. Estos aceites si no se limpian bien pueden hacer que tu taza de café se vuelva rancia o amargarla. Tirar los posos, enjuagar bien y dejar secar por separado puede funcionar durante unos días, pero al menos una vez a la semana necesita una limpieza en profundidad.
La problemática de la molienda.
Tal vez la parte más incomoda de la limpieza de una prensa francesa es deshacerse de los posos en el fondo de la jarra. Aunque lo más habitual para las cafeteras de embolo es usar una molienda “rota” mucha gente prefiere moliendas más finas pues le gusta el café más oscuro y más denso.
Piensa que cuanto más fino es el café que uses, mas partícula quedara adherida al sistema de filtrado con lo que dificultara su limpieza y necesitara limpiezas profundas mas amenudo.
No es recomendable tirar los posos por el fregadero pues pueden llegar a obturar las cañerías lo ideal es usar una cuchara o espátula y tirarlo todo a la basura orgánica, aunque quede un poco de residuo en la jarra eso no obturará el fregadero.

Cómo limpiar una prensa francesa en profundidad.
Una vez que hemos eliminado los restos del café usado, podemos proceder con la limpieza de la cafetera francesa.
Desmonte todas las piezas, incluyendo la tapa, el émbolo y la pantalla del émbolo.

Sumergimos las piezas en agua tibia con un poco de jabón normal para vajillas o si lo prefieres agua caliente con bicarbonato de sodio. Si te decides por usar jabón normal de vajilla, asegúrate de que todas las piezas se enjuagan a fondo para asegurarse de que no queden residuos de jabón que seguro alterarían el sabor de su próximo café.
El bicarbonato de sodio funciona mejor en cafeteras con la jarra de plástico; nosotros somos más de cristal pero si la que tienes es plástica el bicarbonato es tu mejor amigo.
Fregamos todas las piezas y jarra para asegurarnos de que todos los residuos y aceites se eliminan por completo. Utilizamos un cepillo suave para limpiar el émbolo y las piezas de la malla metálica. En la jarra también usamos un cepillo suave a estropajo suave ya que puede rayar fácilmente.
Deje secar las piezas separadas en una toalla o paño absorbente.
Lavar una cafetera de embolo en un lavavajillas:
La mayoría de las marcas que fabrican cafeteras de embolo indican que sus productos son aptos para lavavajillas; sin embargo, si su modelo es de vidrio conviene recordar que son modelos frágiles y se debe colocar en la parte superior del lavavajillas. El embolo y las piezas de la malla se desmontan y se colocan en la parte superior o en la zona destinada a los cubiertos. Si es posible, utilice agua caliente y un programa suave.
Buen día y buen café.
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