¿Cómo conservar el té correctamente ?
A la hora de comprar té una pregunta que siempre nos hacen es la de cómo conservarlo. Pues bien, en este artículo os vamos a explicar cuáles son los pubtos basicos para que vuestro té se mantenga fresco por más tiempo.
Ya sabemos que el té es un producto delicado, con lo cual conviene almacenarlo en unas determinadas condiciones para que pueda mantener todas sus propiedades, su frescura y su aroma. Mantener el té en unas condiciones incorrectas provocará que se seque con mayor facilidad y que acumule un mayor grado de impurezas que alteren el producto y en definitiva el sabor.
Muy bien, pero ahora, ¿cómo llevamos esto a la práctica? Llegamos a casa con nuestro estupendo té en hoja recien comprado y lo queremos mantener en perfecto estado el mayor tiempo posible.
Lo primero que tenemos que saber es que existen cinco elementos a los que el té es vulnerable, y estos son: la luz, el aire, el calor, la humedad y los olores.
La luz: Es muy importante utilizar un producto opaco para guardar el té, preferiblemente una lata o un recipiente de cerámica. Con esto evitamos que la luz blanquee las hojas de té, haciendo que pierda todo su sabor y su aroma. En definitiva, evitamos que se degraden las hojas del té.
El aire: Este es otro gran enemigo del té, por ello debemos evitar que las hojas de té queden expuestas al aire, pues absorverán la humedad y los olores presentes en el aire.
El calor: Hay que procurar mantener el té alejado de fuentes de calor, tales como estufas, hornos, radiadores…. El calor acelera la oxidacion de los tes verdes y blancos, asique también es un elemento que puede arruinar nuestro té
La humedad: Exponer el té a la humedad provocará que las hojas se apelmacen y en cuestión de minutos se estropee una bolsa entera. Las hojas de té están secas, con lo cual la exposición a la humedad hará que se estropeen rápidamente. EL té es higroscopico, es decir, absorve la humedad del ambiente, por lo que debemos conservarlo en un recipiente lo mas hermetico posible.
Los olores: Las hojas de té, por ser porosas, absorven fácilmente todos los olores. Por ello es importante que mantengamos el té alejado de aquellos puntos de la casa donde se concentren olores fuertes, como la nevera, la zona donde guardamos las especias, etc.
En definitiva, lo mejor es un recipiente, opaco, no poroso y hermetico… ¿que os viene a la cabeza?
Un simple y sencilla lata.
Un par de cosas para rematar; Cuanto mas oxigeno hay en la lata, mas rápido se degrada el poco té que hay dentro, asi que no compréis una lata mas grande de lo que necesitéis. Y por ultimo y casi lo mas obvio, los tes jóvenes, blanco, verde y azul se degradan mas fácilmente que los tes “añejos” asi que ya sabéis, si hay pocas latas, salvad a los jóvenes primero 😉